Es normal sentir nervios antes de un examen importante como el de la UNSA. Sin embargo, dejar que la ansiedad te controle puede afectar tu rendimiento. La clave está en prepararte no solo académicamente, sino también mental y emocionalmente. Estos consejos te ayudarán a mantener la calma y rendir al máximo.
El primer paso es confiar en tu preparación. Si has estudiado con constancia, recuerda que tienes el conocimiento necesario. Repasar de forma ligera el día anterior es mejor que saturarte de información de último momento.
Un segundo consejo es descansar bien la noche previa. Dormir al menos 7 u 8 horas ayuda a que tu mente esté más clara y concentrada. Llegar cansado solo incrementa la ansiedad y reduce tu capacidad de recordar lo estudiado.
Durante el examen, practica la respiración profunda. Inhala lentamente por la nariz y exhala por la boca. Repetirlo un par de veces ayuda a relajar el cuerpo y enfocar la mente. Es un recurso sencillo que puedes aplicar en cualquier momento.
Por último, evita compararte con otros postulantes. Concéntrate en tu propio examen y avanza pregunta por pregunta.
Recuerda: la seguridad se construye con preparación y calma. Con disciplina y confianza, los nervios se transforman en energía para alcanzar tu meta.
